Las instalaciones de protección contra incendios en determinados tipos de edificios requieren el almacenamiento y distribución de agua hasta puntos cercanos a las zonas habitadas para su uso en caso de un posible fuego accidental. Dichos sistemas por definición, mantienen el agua estancada hasta el momento de uso. Existen diferentes tipos de métodos de almacenamiento, desde aljibes hasta depósitos de diversa capacidad.
Unos sistemas presentan más riesgos que otros en lo que se refiere a posibles problemas de salud por Legionella. En cualquier caso, siempre es recomendable mantener los sistemas perfectamente revisados y libres de focos infecciosos.
Desde el punto de vista de los riesgos de Legionella hay varios tipos de problemas potenciales listados en orden de importancia:
- Riesgo por conexión: La instalación contra incendios está conectada (sin una protección de corte eficaz) a otras redes de almacenamiento y distribución de agua que pueden resultar contaminadas si la bacteria se desarrolla en la red contra incendios.
- Riesgo por pruebas: La instalación contra incendios está contaminada por bacterias del tipo Legionella pneumophila y los trabajadores y usuarios se ven potencialmente expuestos en la ejecución de pruebas hidráulicas.
- Riesgo por uso: La instalación contra incendios está contaminada por bacterias del tipo Legionella pneumophila y los trabajadores y usuarios se ven potencialmente expuestos durante el uso de los equipos en una situación de emergencia.
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